Bubba Watson

El vocablo «atípico» define a la perfección a Bubba Watson. No es un estadounidense de manual ni un deportista convencional ni, ni por asomo, el prototipo de golfista laureado. Sus triunfos —expresados con dos dígitos— en el PGA Tour, incluyendo dos victorias en el Masters de Augusta, sin duda merecen un homenaje en forma de reloj. Conocido por sus increíbles golpes, un descomunal drive, un driver de caña color rosa vivo y una personalidad electrizante, Bubba Watson es indiscutiblemente una estrella estadounidense.

En los albores de su carrera profesional —allá por 2003—, Bubba jugaba luciendo pulseras en su muñeca, pero nunca un reloj. Hasta que conoció a Richard Mille, el maestro de la relojería que ve en todos los deportes una oportunidad para desplegar su laboratorio. Cuantos más obstáculos físicos y mecánicos presente el deporte en cuestión, mayor será el reto. Bubba se embarcó en una colaboración a largo plazo y acompaña a la marca desde 2011. Se han desarrollado varios modelos específicamente para él: el RM 038 Tourbillon, el RM 38-01 Tourbillon con sensor de G, el RM 055 y el RM 38-02 Tourbillon, que luce con orgullo el característico rosa fetiche de Bubba.

Bubba creció en el pueblo de Bagdad, en Florida, donde empezó a mostrar interés por el golf con tan solo 6 años. Su padre le regaló un hierro corto 9. Incluso su primer contacto con el deporte fue un tanto extravagante: ¡se paseaba por casa dando sus primeros golpes a pelotas de wiffle! Las únicas clases de golf a las que Bubba ha asistido en su vida han sido las nociones que su padre le enseño cuando apenas era un niño. Aparte de eso, es completamente autodidacta y se ha labrado un ascenso meteórico hasta convertirse en un campeón muy estable de una disciplina conservadora, cuyo camino hacia la gloria ha pasado siempre por un entrenamiento estricto.

Con más de diez títulos del PGA Tour a sus espaldas, Bubba Watson es uno de los golfistas más consolidados del circuito. En 2007, su drive era de media de 288,2 m y podía golpear a más de 320 m, impulsando la bola a hasta 312 km/h. Conocido por sus drives particularmente largos, ha alcanzado el puesto más alto de las estadísticas de driving distance en varias ocasiones.