RM 26-02
Presente en todas las culturas, el mal de ojo es un símbolo maléfico universal que genera sufrimiento y mala suerte en el que lo recibe. El mal de ojo no conoce fronteras, excepto los límites impuestos por amuletos como el Ojo de Horus o el trébol de cuatro hojas irlandés, talismanes protectores entre tantos otros.
Richard Mille, inconformista por naturaleza, no dudó en integrar esta imagen en su RM 26-02 Tourbillon Evil Eye, como ya lo había hecho anteriormente con la calavera en el RM 052 Skull. En el espíritu de la locución latina memento mori, que llama a las personas a recordar que son mortales, la casa del Jura suizo invita en esta ocasión al propietario de este reloj a la modestia y a la humildad.
Calibre RM26-02
Movimiento tourbillon de cuerda manual con horas, minutos e indicador de reserva de marcha.
Edición limitada de 25 unidades.
El RM 26-02 Tourbillon Evil Eye tomó forma y vida en las manos de Olivier Vaucher, famoso artesano ginebrino. Las llamas y el ojo, realizados en oro rojo 3N, se han grabado a mano con buriles fabricados especialmente para obtener los más ínfimos detalles. El realismo de la obra se obtiene gracias a la técnica del esmalte grand feu. En esta técnica denominada grand feu, el motivo se pinta directamente sobre la esfera de oro aplicando distintos óxidos y se pasa al fuego (entre 800 y 900 °C) en varias ocasiones, bajo la atenta mirada del artesano esmaltador, porque este procedimiento no tiene marcha atrás. A continuación, se remata con varias capas de una laca transparente que, al igual que con el esmalte, se pasan por el fuego. La multiplicación de distintas capas de colores crea una profundidad visual imposible de lograr mediante otros procesos. Para enfatizar el realismo de este modelo, las llamas presentan un minucioso microlacado elaborado a mano.
El Evil Eye se hace hueco en el corazón del calibre, un movimiento de cuerda manual con una reserva de marcha de aproximadamente 50 horas. Esta reserva de marcha viene indicada por un diferencial que arrastra un disco giratorio con una línea roja, situada entre las 10 y las 11 horas. El calibre tourbillon —montado sobre una platina y puentes de titanio grado 5 con tratamiento PVD, que ofrece una gran resistencia a la corrosión y una excepcional solidez— tiene una frecuencia de 3 Hz, garantizando con ello un excelente funcionamiento del tren de engranajes. El importante esqueletizado efectuado sobre la platina permite ver desde el fondo del reloj la otra cara del Evil Eye, escondida entre los engranajes.
El calibre RM26-02 está protegido del entorno exterior por una caja de cerámica TZP negra. El negro profundo de esta cerámica, muy técnica y que se ha trabajado durante mucho tiempo para ofrecer un efecto mate de superficie, juega con la luz de los biseles pulidos a mano, que subrayan las líneas curvas de la caja. Este escenario exalta aún más los colores de las llamas del Evil Eye. El canto de oro rojo 5N acoge la corona limitadora del par de apriete, que evita una cuerda excesiva del calibre tourbillon. La caja tripartita es estanca hasta 50 metros gracias a dos anillos tóricos de nitrilo. Se ha ensamblado mediante 12 tornillos Spline de titanio grado 5 y mediante arandelas de acero inoxidable 316L.