RM 037
Un símbolo de pureza. El placer de lucir un accesorio eterno. Esta nueva interpretación en cerámica blanca es la última incorporación a la colección para mujer de Richard Mille y constituye un sofisticado sucesor de la colección RM 037. El modelo combina por primera vez cerámica blanca, nácar y oro blanco en una unión que resulta, al mismo tiempo, delicada y voluptuosa.
Para crear las intrincadas formas del bisel y del fondo de cerámica blanca ATZ con acabado mate, es necesario un proceso extenso y preciso de mecanizado y moldeado con diamantes. La cerámica ATZ está hecha a partir de tubos de óxido de aluminio en polvo inyectados a una presión de 2000 bares, lo que aumenta su rigidez entre un 20 y un 30 % y reduce la porosidad al mínimo. La cerámica ATZ es hipoalergénica y se considera uno de los materiales más duros del mundo, después del diamante. Destaca por su extraordinaria resistencia a los arañazos, los golpes y la abrasión, así como por su tono blanco eterno, que la convierten en el material perfecto para la caja de un reloj.
El cálido brillo del borde altamente pulido acentúa la caja en forma de barril. Los pilares, que también están pulidos, resaltan la elegancia extrema del canto de oro blanco satinado. El acabado general se ve potenciado por el nácar y los diamantes que adornan la esfera.
Este modelo, cuya blancura solamente se puede equiparar con su pureza, posee todas las características técnicas que confieren a la colección su gran prestigio, como su movimiento de cuerda automática esqueletizado de diseño propio. Dispone de una platina y puentes de titanio grado 5 con tratamiento de PVD negro y cuenta con un visualizador de fecha de gran tamaño a las 12 horas y un selector de funciones a las 4 horas, que se emplea para seleccionar entre las acciones W («Winding», armado), N («Neutral», posición neutra) y H («Hands», ajuste de la hora) sin tener que tocar la corona. Los dos pulsadores de oro blanco pulido están asignados, respectivamente, al ajuste de la fecha y a las funciones indicadas.
La arquitectura de la corona, que presenta un conjunto patentado tija-corona, garantiza una protección completa. Ya no está conectada al movimiento del reloj, sino que forma parte de la caja, lo que elimina cualquier riesgo de rotura. El mecanismo permite que se pueda admirar cada pequeño detalle del calibre CRMA1 de Richard Mille y su rotor de oro rojo de geometría variable, visible a través del cristal de zafiro.
Además de su atractiva arquitectura y funcionalidad propias de la marca, la inigualable sofisticación del elegante y depurado RM 037 Automático en cerámica blanca lo convierte en una acertada incorporación a la colección de relojes para mujer.