RM 53-02 TOURBILLON SAPPHIRE
El RM 53-02 Tourbillon Sapphire, del que solo se han fabricado 10 unidades debido al reto que supone su caja en forma de tonel de zafiro de triple curva, es una sorprendente combinación de sofisticación y simplicidad. Como el palimpsesto de la memoria, su bisel, canto y fondo, todos ellos de zafiro con tornillos de titanio, reconcilian superficie y profundidad, proporcionándole relieve al movimiento desde cualquier ángulo, en especial por su doble platina esqueletizada.
La arquitectura del movimiento y el esqueletizado extremadamente sofisticado definen las características de muchos relojes Richard Mille. En la misma línea que el RM 012, con su movimiento arquitectónico excepcional, hemos decidido ir más allá y, para ello, hemos buscado un calibre cuyo considerable volumen pudiera expresar tanto resistencia como ligereza, a la vez que permanece a la vista.
El RM 53-02 es la expresión de los avances significativos que se han hecho en la suspensión del movimiento mediante cables trenzados.
Inspirado en una de las obras maestras de la ingeniería contemporánea, el puente colgante, esta creación tridimensional, única en el mundo de la relojería, requería el fresado de dos platinas de titanio grado 5. La primera platina, la «periférica», se fija al canto de la caja y sostiene el mecanismo tensor.
«El relojero que monta el movimiento es también el que se encarga de tensar estos cables, de solo 0,27 mm de diámetro. Las 10 poleas del centro del movimiento garantizan una distribución uniforme de la tensión y un equilibrio perfecto del conjunto».
Salvador Arbona, director técnico de Movimientos de Richard Mille
La segunda platina, la platina «central», se fija mediante cables a la periférica e incorpora todos los engranajes del calibre, así como el mecanismo de armado.
Este excelente sistema de protección frente a impactos garantiza que la reserva de marcha de 70 horas del RM 53-02 Tourbillon Sapphire permita que los segundos avancen sin problemas en casi cualquier circunstancia.
El bisel, el canto y el fondo se elaboran íntegramente a partir de un único bloque de cristal de zafiro. El mecanizado de sus líneas y ángulos extremos se completa sin utilizar polímeros.
La concepción de una caja con estructura de zafiro nos llevó varios años de investigación y numerosas pruebas para asegurar que el resultado cumple con los requisitos de resistencia y comodidad más rigurosos.
Hasta la fecha, solamente Richard Mille ha logrado dar forma a una caja de zafiro con un diseño tan sumamente complejo.
Tras una rigurosa labor de concepción durante más de cuatro semanas, se precisan más de 1000 horas de mecanizado para transformar un solo bloque de zafiro en una caja Richard Mille. Uno de los aspectos que acentúan la complejidad del diseño de la caja es que las curvas se trazan en todas las direcciones, por lo que se precisa el uso de una máquina multieje durante todo el proceso de producción.
Sin duda alguna, la producción sin el más mínimo defecto de la caja de zafiro del RM 53-02, dotada de tratamiento antirreflejos y estanca hasta 30 metros, es uno de los procesos más complejos de la industria relojera suiza.