«A Richard Mille y a mí nos apasiona lo que hacemos. Nos esforzamos por ser los mejores en nuestro campo y disfrutamos haciéndolo».
Ester Ledecká
Para Ester, ser campeona se ha convertido en una costumbre. Ester conquistó el oro de esquí y snowboard en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang de 2018 en Corea del Sur. Antes de lograr su hazaña, Ledecká se había propuesto un reto insólito: clasificarse para los Juegos Olímpicos para competir en dos deportes. Su victoria la encumbró como la primera mujer deportista que alcanzaba un logro de tal magnitud en unos únicos Juegos Olímpicos de Invierno.
Ester Ledecká lleva el éxito en la sangre. La indiscutible reina de las nieves checa desciende de una dinastía de exitosos deportistas. Su abuelo fue campeón del mundo de hockey y su madre, una conocida patinadora. Su padre era un compositor de renombre y, por si fuera poco, su hermano es un célebre ilustrador de cómic empeñado en retratar a su adorada hermana como una superheroína. ¡No podía permitirse defraudar! Y no lo hizo: se ha convertido en la única persona que compite a nivel internacional en snowboard y esquí alpino al más alto nivel.
Desde el principio, tuvo que hacer oídos sordos a las voces que presagiaban que no podría compaginar los dos deportes y que jamás alcanzaría la cima si no se centraba en uno. Desde los 14 años, ha zanjado las discusiones con sus entrenadores replicando con la misma respuesta: «Quiero practicar los dos deportes, si te molesta, encontraré a otro entrenador, pero voy a hacerlo así».
Ester es todo un ejemplo de que, para cumplir los sueños, hace falta experiencia, pasión, talento y, sobre todo, coraje. Evidentemente, es un orgullo contar con ella como miembro de la familia Richard Mille. La reina de las nieves checa ya ha probado sobre el terreno el RM 007 Titanio y pronto lucirá un prototipo del RM 07-04 Sport.
«Tenía muy claro lo que quería hacer desde que era una niña. Tenía un plan y lo cumplí a rajatabla. Me esforcé a diario, sin pausa pero sin prisa y con calma, para cumplir mi sueño. Nadie podía frenarme. Incluso si la federación de esquí se oponía, yo seguía haciendo lo que me gusta. Esa es mi mayor victoria».
Ester Ledecká