El piloto, uno de los más intrépidos del circuito internacional, ha aspirado impacientemente al éxito desde su nacimiento en 1999, en los albores de un nuevo milenio.
Sus padres le inyectaron la pasión por la velocidad y la competitividad en la sangre. Según dicen, con tres años ya lo subieron a un caballo. «La verdad es que creo que era un burro, pero igualmente estaba muerto de miedo, ¡odio las alturas!». A los cuatro años, bajó los pies la tierra para lanzarse al universo severo y polvoriento de los quads y las motocicletas y, a los siete años, probó el karting.
Como era de esperar, fue escalando peldaños hasta lograr ser el piloto más joven en conquistar el primer puesto en un evento nacional y, con 14 años, se convirtió en el campeón de karting más joven de la historia. Impresionado al verle ganar el premio al Piloto Joven británico del año y cosechar ininterrumpidamente éxitos en la pista, el equipo de McLaren se apresuró a ficharlo para dar un soplo de aire fresco a su equipo. El resto es historia —y la historia de un futuro prometedor—.
A Lando le apasiona su deporte. Se dio a conocer ante millones de personas gracias a la serie Drive to survive y, en 2020, fundó Team Quadrant con su enorme comunidad online de seguidores para introducir a toda una nueva generación en los e-sports, los videojuegos y la moda. También apoya a la organización benéfica Mind, que lucha por dar más visibilidad a la salud mental en todos los deportes.
¿Cuáles son sus motores? Tiene dos: control y trabajo en equipo. «Me encanta tener el control y, al contrario, odio no tenerlo. Por ejemplo, recorrer un circuito de carreras como copiloto me da pavor». Hay dos rituales que le ayudan a mantener el control antes de una carrera. El primero es chocar los puños con todos los mecánicos. «El trabajo en equipo es muy importante. Si gano, es porque están ahí, encargándose de las paradas en boxes». Sin duda, esto es algo que encaja perfectamente con la ética familiar de Richard Mille. El segundo es comer pollo teriyaki con arroz antes de las carreras. La familia Richard Mille no tiene nada que objetar al respecto...