¿Cómo se convierte uno en una leyenda del Tour de Francia, poseedor del mayor número de victorias de etapa individuales del Gran Tour por delante de otra leyenda del ciclismo como Eddy Merckx? Para Mark Cavendish, todo comenzó haciendo carreras con sus amigos hasta la farola más cercana o por algún lugar de los ventosos acantilados de su natal Isla de Man. «¡Nunca me ha gustado perder, ni siquiera entonces!». Este se convirtió en el mantra de uno de los verdaderos héroes del ciclismo.
Tras convertirse en profesional en 2005, Cavendish pasó a ser uno de los protagonistas del revitalizado panorama ciclista británico. La «Bala de Cañón» ha grabado su nombre en la historia del Tour de Francia, conquistando las implacables pendientes de los Alpes franceses y los famosos adoquines de los Campos Elíseos. Desde 2008, ha logrado la asombrosa cifra de 35 victorias de etapa en la carrera ciclista más famosa del mundo. Pero eso no es todo. Cuenta con más de 160 victorias en carrera, incluyendo más de 55 victorias de etapa en los tres Grandes Tours, y un título mundial en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta de 2011, además de otros 3 Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Pista en 2005, 2008 y 2016, y una plata olímpica en los juegos de Río. Está ampliamente considerado como el mejor sprinter de todos los tiempos.
Sin embargo, la historia no está hecha sólo de gradientes y ejes engrasados, sino de pura persistencia. Cavendish sorprendió a todos, seguramente menos a sí mismo, al protagonizar un increíble regreso cuando, a sus 36 años, volvió a participar en el Tour en 2021 para ganar otras cuatro etapas, igualando al legendario Eddy Merckx. Su héroe belga no fue su único reto. Un dolor atroz le acosaba, lo que hizo su hazaña aún más asombrosa. «La gente solía decirme "bien hecho". Ahora —comenta—, también me dan las gracias: por demostrar todo lo que se puede conseguir, a pesar de los obstáculos».
Al igual que el RM 67-02 que lleva, la verdadera pasión se expresa en los pequeños detalles de la tecnología. «La alegría te invade cuando ganas, pero no hay lugar para la emoción durante el sprint. Es todo muy clínico. Hay que tomar cien decisiones cada cinco segundos. Son matemáticas. Hay que calcular cuánto mide el espacio y cuál es la mejor manera de recorrerlo. Intervienen un millón de variables. Es todo bastante objetivo, como un puzle que cambia constantemente».
¿Qué lleva a Cavendish a cambiar constantemente de marcha? La pura velocidad y la emoción del viento en la cara.
«Necesito libertad. Por eso corro al aire libre y no en pista. Puedes salir de casa cuando quieras e ir adonde quieras. El mundo está a tus pies. Es la sensación que tenía de pequeño. Es lo que me hace seguir montando en bici».
Mark Cavendish
No es de extrañar que le otorgaran el título de caballero en los Honores del Cumpleaños del Rey de 2024 por su contribución al ciclismo, su labor benéfica y su papel como embajador deportivo. Todos los habitantes de la Isla de Man, desde los más pequeños hasta los ancianos, se siente muy orgulloso de todo lo que ha conseguido el ahora sir Mark Cavendish. Ha servido de inspiración para muchos niños que ahora creen que no hace falta ser de una gran ciudad para perseguir un sueño.