Con Richard Mille, todo empieza con una visión común. «¡Se trata de superar barreras! La gente siempre me ha dicho lo que podía o no podía hacer, por eso yo quería formar parte de una marca que entiende de tiempos y en la que la edad no limita tu progreso. Al fin y al cabo, tenemos la misma visión en lo que respecta a nuestro legado. Lo que queremos conseguir es atemporal.» declara la campeona mundial. «Shelly-Ann no es sólo una campeona del mundo,» dice Amanda Mille, directora de marca y asociaciones de Richard Mille, "Es una mujer fuerte que combina esto con ser madre. Por si fuera poco, encuentra la energía para su labor benéfica, y este compromiso integral refleja totalmente nuestros valores.»
La idea de la familia también resuena con su experiencia. «Los atletas no llegamos a donde estamos solos. Hay tanta gente en cuyos hombros me he apoyado, que han creído en mí a lo largo del camino. No es el ‘yo’, sino el ‘nosotros’.» Ser parte de un todo sale a relucir sobre todo cuando representa a su país, Jamaica. «Sientes que toda una nación te empuja hacía la meta.»
Shelly-Ann es también la prueba viviente, a lo largo de dos décadas, de que la excelencia y el rendimiento no ocurren porque sí. Son el resultado del esfuerzo diario, la dedicación y la concentración mental. Sigue impulsada por la voluntad de inspirar a las jóvenes y demostrar que todo es posible con trabajo duro y determinación. La experiencia es la suma de todo el esfuerzo duro que realiza para lograr su sueño.
Shelly-Ann lleva el RM 07-04 Automatic Sport: «Es atemporal. Se vincula a cada persona, te posee siempre que lo llevas puesto. Eso es lo que yo quiero: la sinergia perfecta, como si no llevara nada.» Shelly-Ann también está deseando enfrentarse a uno de los mayores retos: combinar el reloj salmón con uno de sus característicos colores de pelo. «¡Es una asociación! ¡Cuando salgo a la pista, se trata de sacar la parte de mí que mejor puede mostrar este reloj único al mundo!»