Con una funcionalidad que se asemeja mucho a la del RM 004, el emblemático RM 008 incorpora todas las características del cronógrafo RM 004 con ratrapante y está completado por una jaula del tourbillon compuesta por 85 piezas que pesa solo un tercio de un gramo (0,34 g). De hecho, fue el primer cronógrafo con ratrapante diseñado en el siglo XXI y siguió ostentando el título de reloj más complicado de la colección durante varios años después de su lanzamiento en 2003. Su complejidad desde un punto de vista técnico era tal que, en los inicios de la marca, solo había un fabricante de relojes en Suiza capaz de ejecutar a la perfección las extremadamente exigentes operaciones de acabado y ensamblaje necesarias.
Calibre RM008-V2
Movimiento tourbillon de cuerda manual con horas, minutos, cronógrafo con ratrapante, totalizador de 30 minutos e indicadores de reserva de marcha, de par y de funciones.
Valiéndose de los avances tecnológicos de la nanofibra de carbono para la construcción de la platina del movimiento —que se estrenó en la edición limitada experimental RM 006, seguida de los relojes RM 002-V2, RM 003-V2 y RM 004-V2—, el RM 008-V2 se convirtió en el cuarto modelo de la colección Richard Mille en experimentar la transición técnica a una platina de nanofibra de carbono.
La platina está hecha de un material isotrópico compuesto, creado a partir de nanofibras de carbono moldeadas bajo una presión de 7500 N/cm2 y a una temperatura de 2000 ˚C, lo que resulta en un material de una elevada estabilidad mecánica, física y química en todas direcciones. El perímetro acanalado de la platina del movimiento garantiza una solidez ideal de la platina y los puentes.
La metodología de diseño del RM 008-V2 no se limitó a reproducir los modelos clásicos con ratrapante, de hecho, planteó una mejora del rendimiento del cronógrafo, eliminó prácticamente el salto inicial que se produce habitualmente al poner en marcha y detener la aguja ratrapante y logró una baja fricción. Estos avances fueron posibles gracias a numerosos estudios que llevaron a la marca a la conclusión de que era preciso diseñar y manufacturar ruedas de engranaje y palancas de titanio para dar lugar a una nueva generación de componentes de ratrapante adecuados para reducir significativamente la inercia general. Además, se logró un ahorro de la energía que requería el movimiento RM 008 del 50 % aproximadamente gracias a la reducción de la fricción en el eje, eliminando prácticamente la tendencia de la aguja a saltar al ponerse en marcha, especialmente tras una investigación centrada en el funcionamiento de los brazos del mecanismo ratrapante.