RM 001
Las cualidades técnicas, el rendimiento y la resistencia extrema han sido las máximas de Richard Mille desde que emprendió esta aventura.
El propio creador fue el encargado de presentar, entre bambalinas del Baselworld 2000, el RM 001. No dudó en estrellarlo con ímpetu contra el suelo para demostrar a los futuros distribuidores y colaboradores que su calibre tourbillon era único y estaba predestinado a convertirse en una leyenda y un éxito absoluto. Anécdotas como esta han marcado la historia del RM 001. Pero este reloj especial es mucho más que el primer modelo exitoso de la marca, pues permitió a Richard Mille meter un pie en el mercado y emprender un proceso de desarrollo perseverante que daría impulso a una marca que no se conformaba con hacer las cosas como las demás.
El RM 001 es el preludio de lo que serían los relojes RM 002, RM 003, etc. Sirvió de «laboratorio» a escala real para Richard Mille y Renaud & Papi, además de guiar al equipo de Diseño a la hora de escoger las soluciones técnicas. Sembró la semilla de lo que la marca de relojes llegaría a conseguir más adelante e impuso las líneas que hoy en día siguen siendo una seña de identidad inconfundible.
Dejando de lado todos los patrones técnicos conocidos hasta el momento, se replanteó la arquitectura del movimiento tourbillon de modo que el diseño facilitara el mantenimiento y ofreciera una altísima resistencia a los golpes. La caja y el movimiento se concibieron simultáneamente y se suprimió el anillo de encajado. El diseño era sumamente revolucionario para una época en la que el regulador tourbillon se consideraba un órgano muy frágil que únicamente se debía lucir en ocasiones muy especiales.
Este movimiento, un prototipo singular, se montó en un primer momento en una platina de alpaca por razones de desarrollo y coste. Se aplicó un tratamiento PVD negro, muy inusual en aquel momento. Este recubrimiento de motores reduce la necesidad de lubricación y ofrece una mayor protección, prueba del cuidado especial que se presta al montaje y el acabado. El rodiado aporta un resultado similar, sin embargo, el uso de tratamiento PVD en relojería era completamente inédito. En primer lugar, se produjeron 11 relojes dotados de una platina de alpaca, antes de la confección de una platina de titanio que valió a la marca de relojes su reputación de pionera en el uso de materiales innovadores. A partir de entonces, las platinas de titanio —una auténtica proeza técnica— serían un componente estándar de Richard Mille y se emplearon en los últimos 6 relojes de preserie.