RM 008-V1
Calibre RM008-V1
Movimiento tourbillon de cuerda manual con horas, minutos, cronógrafo con ratrapante, totalizador de 30 minutos e indicadores de reserva de marcha, de par y de funciones.
El RM 008-V1 combina un tourbillon con un mecanismo de ratrapante. Albergar ambas complicaciones en un calibre mecánico constituye una auténtica proeza técnica que precisó de muchos años de desarrollo y miles de horas de investigación hasta su montaje en una platina de titanio grado 5. El reloj está compuesto por más de 500 piezas individuales.
Hasta la llegada del RM 008-V1 en 2003, no se habían concebido diseños de cronógrafo tourbillon con ratrapante durante 40 años. El movimiento presentaba una geometría completamente novedosa en la que todas las secciones funcionales del movimiento cronógrafo con ratrapante se mejoraron por separado según su función específica, conformando «unidades» independientes que se comunican lateralmente.
Este enfoque era absolutamente novedoso, puesto que difería del método de construcción clásico de los cronógrafos con ratrapante que consistía en superponer las secciones del movimiento en capas. La metodología aplicada en el RM 008-V1 mejoró el rendimiento del cronógrafo, eliminó prácticamente el salto inicial que se produce habitualmente al poner en marcha la aguja ratrapante y logró una baja fricción. El uso de múltiples piezas de titanio también contribuyó a estos logros, además de reducir la inercia y, por lo tanto, la fricción en el movimiento del RM 008-V1 en comparación con otros modelos tradicionales.
Otro de los aspectos que convierten al RM 008-V1 —al igual que muchos otros relojes de la colección Richard Mille— en un reloj especial es que prácticamente todos los componentes del movimiento quedan al descubierto y se pueden observar detalladamente, puesto que no se disponen en capas siguiendo el método tradicional. El relojero encargado de ensamblar el reloj asegura que para completar el proceso de producción del RM 008-V1 hay que estar completamente tranquilo y tener unos nervios de acero. Un minúsculo arañazo en el lateral de un piñón o un movimiento erróneo pueden suponer que haya que deshacer y rehacer el trabajo efectuado durante semanas. Por tanto, a medida que avanza el montaje, el relojero se somete a una presión cada vez mayor.