Fernando Alonso es un líder nato que hace gala de una energía y un tesón inagotables. No duda en reivindicar su derecho a decidir por sí mismo ni en ejercer su libertad para pensar y actuar según su criterio. Tampoco permite que nada ni nadie se interponga en su camino hasta haber alcanzado cualquier objetivo que se proponga. Se deduce, por tanto, su gran afinidad con la marca Richard Mille.
Fernando Alonso apenas tenía 20 años cuando se estrenó en 2001 en Fórmula 1 con Minardi. Las dotes que demostró en la F3000 no pasaron desapercibidas a los ojos de Flavio Briatore, quien se convirtió en su nuevo mánager y jefe del Benetton-Renault, el modesto equipo italiano por el que ficharía el español. En los inicios de su carrera, Alonso ya batía récords por su precocidad. El 24 de agosto de 2003, en el Gran Premio de Hungría, se convirtió en el vencedor más joven de un GP, con tan solo 22 años y 28 días. Dos años más tarde y de la mano de Renault, a sus 24 años y 57 días, se coronó como el campeón del mundo más joven de la historia. Un año después, se proclamó el bicampeón del mundo más joven hasta ese momento. Pese a que todos estos récords se han eclipsado con los años, siempre serán un símbolo del éxito precoz cosechado por el piloto español.
«Antes de conocerlo, ya había visto a Richard en los circuitos. Más tarde, cuando tuvimos la oportunidad de charlar, descubrimos que teníamos muchas cosas y muchos amigos en común, entre ellos Rafael Nadal. ¡Además, Richard habla un poco de español! Es un tipo apasionado, entusiasta y dinámico. No solo hablamos de la competición y la Fórmula 1. Nuestro principal tema de conversación son los coches deportivos».
Fernando Alonso
Si Richard Mille es un apasionado de los coches de carreras, Fernando Alonso tiene debilidad por la alta relojería. Le viene de familia: «Con cinco o seis años, mi abuelo me regaló uno de sus relojes por mi cumpleaños. Todavía lo conservo. Fue el primer ejemplar de mi colección. Me gusta llevar reloj. Un día Richard me sorprendió pidiéndome que probara un prototipo de reloj con los colores de mi casco. Me hizo sentir muy orgulloso».
Tras su primera pausa en la F1, Alonso se propuso el objetivo de ganar el equivalente automovilístico a la Triple Corona —el título que se otorga como recompensa por la victoria en tres importantes competiciones: el Gran Premio de Mónaco, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans—, una hazaña que solo Graham Hill ha logrado superar en la historia del automovilismo. A pesar de estar bien posicionado para pelear por la victoria, tuvo que abandonar a unas pocas vueltas del final. No obstante, fue premiado como mejor rookie (novato) de la carrera. El 17 de junio de 2018, al volante de un Toyota TS050 Hybrid, logró la victoria en las 24 Horas de Le Mans junto con Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi. Una hazaña épica, puesto que era la primera vez que participaba en la carrera, que le permitió avanzar una casilla hacia su ambición de lograr la Triple Corona. Tras ganar las 24 Horas de Daytona en 2019, ganó por segunda vez consecutiva las 24 Horas de Le Mans y logró el primer puesto en el Campeonato Mundial de Resistencia. En agosto de 2022, anunció que reanudaría su carrera en la Fórmula 1 con el Aston Martin F1 Team a partir de 2023, sustituyendo a Sebastian Vettel, que se retiraba de la competición.