I+D
El equipo I+D desafía constantemente los principios sólidamente asentados de la relojería, una obsesión que ha sido el origen de muchas de las principales innovaciones que han marcado la historia de la marca.
El nacimiento de un nuevo producto es siempre un logro. Pero antes de llegar a ese punto, su desarrollo pasa por diferentes etapas. La creación de un nuevo modelo es el resultado de un trabajo real en equipo.
UN EQUIPO DINÁMICO DE EXPERTOS APASIONADOS
La pericia relojera de nuestros equipos, su pasión por la innovación y su visión creativa de los mecanismos se materializa en los componentes relojeros extremadamente complejos que diseñan. Logran moldearlos empleando los procesos tecnológicos más punteros, los instrumentos más precisos y los materiales más nobles y admirables.
Nuestros equipos de I+D plantean cada proyecto desde cero: este es nuestro punto fuerte. Cada producto nuevo es completamente original y diferente, por tanto, el equipo debe revisar, e incluso cuestionarse, su propio trabajo a diario. Y si nuestros relojes logran materializar la tecnología más puntera, es gracias al impulso personal y la pasión ferviente de sus creadores.
EN BUSCA DE NUEVOS RETOS
Richard Mille emprende constantemente nuevos retos y explora materiales inusitados teniendo siempre en mente el rendimiento de sus movimientos. La estructura de los componentes —que deben ofrecer determinadas características como ligereza, robustez y estabilidad—, la exactitud de las líneas y la transparencia se estudian minuciosamente. El primer requisito es respetar el estilo simplificado que distingue a la marca de relojes suizos. Tanto si el diseño de la caja es en forma de tonel, cuadrada o redonda debe ser distintiva y reconocerse inmediatamente. Aunque, para nosotros, lo fundamental es la tecnología. O, mejor dicho, la «hipertecnología».
Estos son los aspectos que marcan la diferencia entre los calibres de Richard Mille y el resto de piezas de la industria relojera.
Prototipo
Una vez que se han tomado todas las decisiones de diseño, se produce un prototipo para comprobar que las opciones técnicas escogidas son las adecuadas. Aunque los diseños 3D y las maquetas de los mecanismos de las complicaciones permiten a los ingenieros visualizar la cinemática y analizar cómo se pueden mejorar, crear un prototipo a escala real es fundamental. Puede resultar sorprendente ver cómo, con el prototipo montado, el concepto no funciona tan bien en la práctica como sobre el papel. La presión en los dientes, el calor e incluso el modo en el que se monta el movimiento en su conjunto pueden ciertamente influir en el funcionamiento del sistema.
El entusiasmo por lo nuevo ha impulsado a la marca a diseñar más de 80 relojes con unas cualidades técnicas intachables, 7 calibres automáticos de diseño propio y, recientemente, el primer tourbillon automático de diseño propio Richard Mille. Todos estos logros han contribuido en gran medida a la evolución del mundo de la relojería en lo que se refiere a la concepción de los movimientos.
LA CONEXIÓN ENTRE EL HUMANO Y LA MÁQUINA
El diseño asistido por ordenador y nuestros procesos tecnológicos punteros recalcan la especial importancia que tiene la labor de los técnicos en la industria relojera, más que en ningún otro sector. Tan solo el ojo experto es capaz de interpretar el nivel de detalle final de nuestros relojes especiales.
Los relojes de lujo Richard Mille son instrumentos diseñados para ser eternos; preparados para resistir golpes, cambios de temperatura, a la radiación ultravioleta o a la corrosión y para adaptarse al estilo de vida urbano, a cualquier clima —incluso a climas tropicales o marítimos— o a cualquier tipo de situación que deba afrontar su portador. Para lo único que no están concebidos es para permanecer guardados en su estuche.
Nuestra determinación, nuestro rigor, nuestra pasión, nuestro gusto, nuestra excelencia y nuestro principio de no dejar nada al azar nos inspiran a cada paso del proceso de desarrollo y se traducen en un cúmulo de energía y emoción que se transmite al propietario en cuanto toca el reloj por primera vez.
MATERIALES COMPUESTOS: LOS NUEVOS ESTÁNDARES DEL LUJO
Richard Mille ha convertido los materiales compuestos en uno de los nuevos estándares del lujo. Hace unos veinte años, eran una verdadera rareza en el mundo de la relojería. Su uso tiene mucho de arte, pero también de ciencia.
El carbono TPT® y el cuarzo TPT® son materiales compuestos producidos por North Thin Ply Technology (NTPT®), líder mundial en materiales ultraligeros preimpregnados, indisociables del estilo Richard Mille.
La valía de la colaboración entre ambas compañías ha quedado probada, lo que se refleja en la obtención del prestigioso JEC Innovation Award —un premio otorgado con motivo del JEC World 2016 por la invención del cuarzo TPT®— y en la creación de una versión del carbono TPT® inyectada de grafeno en asociación con el Instituto Nacional del Grafeno de la Universidad de Mánchester.
Richard Mille deseaba forjar una relación aún más estrecha con NTPT® participando en la construcción de una planta dedicada. En ella se incluyó una sala blanca para alojar la línea de producción del compuesto —manufactura de láminas preimpregnadas, preparación de preformas mediante la colocación automática y multiaxial de capas en una máquina ATL (Automated Tape Laydown)— así como un autoclave.
Estas instalaciones de vanguardia trabajan en colaboración estrecha con un laboratorio complementario que realizará análisis para acelerar los proyectos de I+D. Todas estas nuevas herramientas contribuirán a desarrollar materiales de fibra de cuarzo con los más altos niveles de pureza, para producir los mejores compuestos, y permitirán a NTPT® y a Richard Mille explorar juntos todas las posibilidades que estas tecnologías mostrarán en el futuro.