Calibre RM019
Movimiento tourbillon de cuerda manual con indicación de horas, minutos y reserva de marcha.
Después de utilizar la nanofibra de carbono como solución técnica en varios relojes emblemáticos del siglo XXI, Richard Mille se propuso explorar un enfoque más etéreo, emotivo y femenino para su colección de relojes de mujer. Así pues, optó por emplear un fragmento perfecto de ónice negro como platina del movimiento tourbillon del RM 019, toda una primicia para la marca.
Uno de los primeros retos a los que tuvo que enfrentarse el equipo de I+D durante el proceso de creación de este reloj fue encontrar piedras de ónice negro naturales de una calidad impecable y lo suficientemente grandes como para soportar todo un movimiento de reloj. La tarea se tornó especialmente difícil puesto que el ónice natural presenta pequeñas encapsulaciones de desechos geológicos o líneas de falla que pueden originar roturas. Otro inconveniente fue trabajar el propio material: perforar y cortar piedras semipreciosas es todo un arte que requiere mucha experiencia, herramientas de corte especiales y operar con tolerancias similares a las exigidas en la producción de componentes metálicos o creados a partir de carbono. Además, había que asegurarse de que el material pudiera soportar el ensamblaje a temperatura controlada durante la fase de producción.
En definitiva, por muy sencillo que pueda parecer desde fuera el producto acabado, detrás hay en realidad un proceso de desarrollo altamente complejo.
En cuanto al diseño, íntegramente inspirado en el simbolismo celta, se pretendía crear un reloj de ensueño inspirado en el trisquel —un motivo celta que simboliza el poder, la magia y los tres elementos naturales del agua, la tierra y el aire—.
Este motivo celta engastado en piedra se va entretejiendo por todo el movimiento tourbillon hasta crear una sorprendente obra de artesanía tridimensional.
El reverso del movimiento está adornado con un pequeño trisquel que gira en sincronía con la rotación del tourbillon, intensificando el carácter mágico del ónice negro.
Esta magnífica incorporación a la colección de mujer de Richard Mille fue galardonada con el Grand Prix de l'Horlogerie de Genève – Asia Edition otorgado en Singapur en septiembre de 2009.